viernes, 1 de julio de 2011

Las Colaboraciones de "Licenciado Cantinas". El Nuevo disco de Enrique Bunbury

Las Colaboraciones de Licenciado Cantinas. El Nuevo disco de Enrique Bunbury



 
 

 

El esperado nuevo álbum de Enrique Bunbury, (cuyo título ya adelantamos: "Licenciado Cantinas" ) cuenta con las colaboraciones de cuatro maestros y leyendas de la música:


el acordeón de Flaco Jiménez,
la harmónica de Charlie Musslewhite,
y las guitarras de Dave Hidalgo (Los Lobos)
y Eliades Ochoa (Buenavista Social Club).

El disco se ha grabado en los estudios Sonicranch en Tornillo, Texas y las mezclas se están realizando en los estudios Westlake de Los Angeles, California.

La fecha prevista para el lanzamiento de Licenciado Cantinas, es la navidad de 2011.
 

miércoles, 29 de junio de 2011

FRASES DE BUNBURY













Dinosaurios del rock en español: más vivos y vigentes que nunca


Dinosaurios del rock en español: más vivos y vigentes que nunca

 
19.06.11
 
No son muchos los nombres de artistas del rock en español que han logrado cruzar las barreras del tiempo, las modas musicales y los grandes cambios de la industria musical, para seguir cautivando a más y más seguidores. Hoy en día, es usual ver a padres e hijos disfrutando de su música.

Ellos han escrito imborrables páginas de la historia del rock en castellano, y aunque continúan componiendo nuevas canciones, son noticia en los últimos meses por álbumes en los que dan una mirada al pasado a través de sus temas reconocidos, junto a una pequeña prueba de lo que preparan para el futuro inmediato.

Salmonalipsis Now

DIEZ AÑOS DE LA ERA DEL SALMÓN
En el 2001, la industria del rock en español se conmocionó con El Salmón. No era para menos: se trataba de una colosal producción de 100 canciones y una locura que sólo podía realizar Andrés Calamaro.


Una década después, a manera de homenaje, el propio Andrés, que desde ese tiempo es conocido como El Salmón, lanza  Salmonalipsis Now, un álbum doble que contiene 54 canciones, de las cuales cinco son inéditas y el resto un repaso por El Salmón, considerado “una pequeña gran obra de arte”, que por su extensión aún está por descubrir. Y una buena alternativa es hacerlo a través de Salmonalipsis Now.


Más allá de sus locuras artísticas, lleva 34 años de vigencia, haciendo lo que se le ha dado la gana, desde que era la voz de Los Abuelos de la nada y creó el himno Mil horas, y en los noventa, cuando impactó con la banda hispano-argentina Los Rodríguez.





Primera Fila
EL VERDADERO JEFE DEL ROCK


Tras el éxito de Vicente Fernández y Thalia, quienes grabaron un show en vivo para un selecto grupo de personas, Sony Music empezó a buscar un artista argentino para hacer este mismo experimento.


Quién mejor que el “Jefe del rock”, Miguel Mateos, que por estos días cumple 30 años de labores artísticas.


Las instalaciones de la antigua Biblioteca Nacional Argentina, la misma que dirigió Jorge Luis Borges, fue el escenario para Primera fila, un CD/DVD con 14 de sus canciones más reconocidas desde su época con Zas, banda con la cual inició en los años ochenta, y tres nuevas canciones.


Una de las curiosidades de esta producción es que la mayor parte de los seguidores que estuvieron dentro del público, no superaban los 25 años de edad. Haciendo cuentas, no habían nacido cuando Miguel Mateos ya lanzaba éxitos como Atado a un sentimiento, Llámame, si me necesitas y Cuando seas grande, incluidos en esta producción.





Enrique Bunbury


ESTILO MUY MORRISON


Si bien la influencia de Jim Morrison, en especial en el  físico, es innegable en el cantautor zaragozano Enrique Bunbury, él ha sabido ganarse su propia identidad en 26 años de carrera, desde el hard rock que hacía como líder de Héroes del silencio y su reconocida trayectoria como solista durante 14 años.


El año pasado realizó una serie de conciertos en el Gran Rex de Buenos Aires. Ahora, lo mejor de esos shows aparece en Bunbury Gran Rex, con las 24 canciones interpretadas allí, desde Apuesta por el rock and roll hasta Las consecuencias, su más reciente álbum en estudio.
Ficha clave en la historia del rock ibérico, Bunbury se niega a bajar la guardia y continúa al pie del cañón en búsqueda de nuevas fuentes para expandir su quehacer creativo, por lo que no tiene miedo de tomar una clásica balada como Frente a frente o la inolvidable ranchera El Jinete de José Alfredo Jiménez y hacerlas suyas.





EN TIERRA DE TIGRES


Aunque no son estrellas de rock, llevan 43 años en la escena musical y ahora son los favoritos del canal MTV. Nos referimos a los mexicanos Los Tigres del Norte, que se preparan para actuar en Colombia en octubre y acaban de lanzar una nueva producción musical.


Se trata de Unplugged: Los Tigres del Norte and Friends, un CD/DVD con 12 de sus conocidas canciones, de las 500 que han grabado. Pero además de interpretarlas en vivo y con instrumentos acústicos, como dicta la norma de los Unplugged, invitaron a varios artistas del pop y rock latino: Paulina Rubio, Juanes, Diego Torres y Calle 13.


Aquí, los tigres demuestran que lejos de hacer apología al narcotráfico, cuentan con un extenso repertorio entorno al amor, pero en especial canciones que son himnos sobre la identidad de América Latina.

Texto: Sergio Villamizar
Fuente: Eluniversal.com.co

miércoles, 22 de junio de 2011

Bunbury, licenciatura en el exceso

Bunbury, licenciatura en el exceso
Hace bien poco, Enrique Bunbury anunció el inicio de las sesiones de las que saldrá su nuevo álbum, previsto antes de fin de año. Sus seguidores –e incluso sus detractores- permanecemos atentos a sus movimientos y estamos seguros de que serán igual de sorprendentes e inesperados como los último. Saldremos de dudas en unos meses. Mientras tanto, nunca está de más un pequeño repaso a la discografía del aragonés errante desde que dejó de ser un héroe del silencio, colaboraciones, versiones, recopilatorios y (algunos) discos colectivos aparte.

'RADICAL SONORA’ (1997)

El debut, interpretado como reválida y confirmación en solitario del talento del otrora líder de una de las bandas de rock más grandes de este país. Para unos, una forma de dar palos de ciego divagando entre estilos e instrumentos dispares: percusiones magrebíes, samples, electrónica industrial, guitarras distorsionadas, coros doblados, falsetes y la producción de Phil Manzanera, el hombre que ordenó las ideas y puso en su lugar el sonido heroico. Para otros, un disco de rock sin más, con todo lo que eso conlleva. En palabras de su autor, la obra más incomprendida de su carrera y la más costosa en términos emocionales. Romper con el pasado, en algunos casos, es tarea ardua, y aun así, aquí dejó algunos clásicos que han seguido sonando en sus giras posteriores: ‘Alicia (expulsada al país de las maravillas)’, ‘Planeta sur’, ‘Big bang’, ‘Despacio’ y la impresionante ‘Salomé’, posteriormente transformada en ritmo tribal-cabaretero para el directo.

‘PEQUEÑO’ (1999)
No, no es el disco de Dani Martín. Es la joya de la corona: reminiscencias balcánicas, vientos orientales, violines y guiños a estilos tradicionales como el tango, la copla, la ranchera o el bolero al servicio de unas letras en muchos casos estremecedoras de puro básicas. ‘El extranjero’ no ha dejado de sonar en directo desde entonces, la apertura con ‘Algo en común’ deja claro el contenido de las once canciones siguientes, y la belleza de ‘Infinito’ acabó de enamorar al público mejicano. ‘Pequeño’ es el álbum que sentó las bases de su éxito actual, propiciando su primera gira multitudinaria en solitario tras el relativo fracaso de la anterior, y una muestra más de la capacidad de riesgo de Bunbury, que llegó a declarar que sopesaría la retirada de la música en activo si estas canciones no llegaban todo lo lejos que merecían. Es obvio decir que superaron con creces las expectativas en, para muchos, su mejor trabajo hasta la fecha. ‘Lejos de la tristeza’, ‘¿Dudar?, quizás’, ‘Sólo si me perdonas’ y ‘Contradictorio’ son pequeñas joyas que en nada recuerdan al vociferante y engolado cantante de Héroes del Silencio. Ahora sí, despegaba una carrera impecable que aún nos depararía excelentes trabajos.

‘PEQUEÑO CABARET AMBULANTE’ (2000)
Reflejo del definitivo renacer artístico como solista, Bunbury quiso premiar al fiel público mexicano con este impecable directo grabado en el Hard Rock Café de la capital azteca en varias sesiones en las que su banda de entonces, El Huracán Ambulante, empezaba a entrar en un estado de gracia del que no saldría durante los próximos años. Versiones enriquecidas con nuevos arreglos, con los vientos y violines como protagonistas, y una entrega absoluta de la audiencia dejaron su testimonio en el primer álbum en vivo de su carrera solista, y seguramente el más completo.

‘FLAMINGOS’ (2002)
La idea de superproducción para un artista a veces tan desmesurado como Enrique pasaba por contratar a músicos variopintos, entre amigos e invitados que pasaban por el estudio de Avinyonet de Puigventós, en Girona, para enmaquetar y arreglar una colección de canciones, algunas sobrantes de discos anteriores, y transformarlas en algunos casos en un enorme quebradero de cabeza para los técnicos que debieron lidiar con las numerosísimas capas de sonido que se grabaron. El objetivo era justo el contrario al de ‘Pequeño’. El resultado fue una sobreproducción que no beneficiaba a algunos temas. Sin embargo, estamos ante un álbum fundamental en su trayectoria. La mayoría de las letras tienen un tono confesional –el artista acababa de sufrir una dolorosa ruptura sentimental- y en la propia portada aparecía el propio Bunbury disfrazado de boxeador, en un rincón del ring, dispuesto a sufrir golpes de todo tipo pero digno en su mirada, levantándose una y otra vez, como si tuviera que justificarse o defenderse de los ataques recibidos en el pasado. Un tour glorioso sobre todo por tierras mexicanas y argentinas, una vez más, y la ayuda de gente como Adriá Puntí (autor de ‘Sí’, una de las claves del disco), Quimi Portet (cuyas guitarras suenan en varios cortes), Shuarma, Carlos Ann o el mismísimo Jaime Urrutia en ‘No se fíe’ dan prestancia y prestigio a este trabajo. Ahí estaban ‘El club de los imposibles’, ‘Lady blue’, ‘San Cosme y San Damián’, ‘Contar contigo’ o el vals mexicanizado de ‘Y al final’, que sigue poniendo punto final a muchos de sus shows. Como recuerdo de una de sus mejores giras, se editó el DVD ‘Una noche en flamingos’, con dos conciertos interactivos mezclados, cada uno en un formato, que demostraban lo ya apuntado: Bunbury y su banda eran dinamita pura.

‘EL VIAJE A NINGUNA PARTE’ (2004)
Algunas críticas lo calificaban de tocho hinchado e innecesario mientras otras apuntaban que estábamos ante el mejor trabajo del zaragozano. Ni una cosa ni otra, estamos ante un disco de transición, donde Bunbury se aferraba a sus viajes por Nicaragua, Perú, Honduras, Guatemala, Chile, México y en general toda América hispana para contar sus pequeñas historias, adornadas esta vez con menos arreglos pero exhuberante en su mezcla de estilos, influencias y paisajes. ‘En la pulpería de Lucita’, ‘Palo de mayo’ y sobre todo su emblemática ‘El aragonés errante’ hablan de su estancia en tierras andinas, y piezas absolutamente redondas como ‘El rescate’, ‘El anzuelo’, ‘Anidando liendres’, ‘Los restos del naufragio’ –su particular homenaje a Dylan-, ‘La señorita hermaflodita’, ‘Que no sepa tu mano izquierda’ o ‘Canto (el mismo dolor)’ le dan cuerpo y alma una extensa colección de canciones, veinte en total en un disco doble, en el que de nuevo el propio Enrique se hace cargo de la producción -volviendo de nuevo a la calidez y sencillez analógica- y toca más instrumentos que nunca, entre ellos el piano y el charango, pequeña guitarra tradicional nicaragüense con la que grabó las pre-maquetas. Tal vez un álbum excesivo en su planteamiento, pero tremendamente beneficioso para el futuro de un artista que se mostraba más inquieto y activo que nunca. Prueba de ello serían sus siguientes movimientos.

‘FREAK SHOW’ (2005)
Recuerdo enlatado de la gira que estuvo a punto de llevar a la ruina a Bunbury y a resultas de la cual la banda empezó a dar síntomas preocupantes de cansancio. Todo un circo, entendido en sentido literal, con luchadores enmascarados, competiciones de pulsos, carros y carretas para domadores (menos mal que se olvidó de los leones), y una carpa ambulante que se instaló en sólo cinco ciudades de la geografía española para presentar un espectáculo magnífico que contó con la presencia y la pequeña ayuda de sus amigos Iván Ferreiro, Mercedes Ferrer, Nacho Vegas, Adrià Puntí y Carlos Ann. Ningún tema nuevo y versiones del repertorio de sus invitados, entre las que destaca una grandiosa interpretación del tema de Vegas ‘Gang bang’ y la mágica versión de ‘Fantasía’ de Mercedes Ferrer. ‘Freak Show’ es además el título del documental que acompañaba al CD; una cinta de muy dudosa calidad a la que le sobra, siendo generosos, el 30% del metraje (que nadie se espera un ‘The Last Waltz’). Tras estos conciertos, la prolongación de la gira dio al traste con las esperanzas de continuar en la carretera con El Huracán Ambulante, y un Bunbury cansado, enfermo y preocupado por el aparente estancamiento de su sonido puso un brusco punto y final haciendo mutis por el foro en mitad del escenario en Zuera, cerca de su ciudad natal, y disolviendo después en un comunicado oficial a la banda que había sido hasta entonces su seña de identidad. A partir de aquí, empezaba un nuevo ciclo.

‘EL TIEMPO DE LAS CEREZAS’ (2006)
El ‘Freak Show’ provocó el encuentro de personalidades musicales con puntos en común y muchas ganas de trabajar juntas. Así, Bunbury le propuso a Carlos Ann y Nacho Vegas la grabación de un disco conjunto con canciones de todos y alguna que otra versión. Finalmente, después de que Ann decidiera que el rumbo que estaba tomando el proyecto no estaba en su onda, solamente Enrique y Vegas entraron en el estudio de Paco Loco en Puerto de Santa María (Cádiz). Otras veinte canciones, repartidas equitativamente y con claras diferencias entre las compuestas por uno y otro (narrativas e intensas las del asturiano, más dispersas las del maño), más una versión de Bambino (extraordinaria y dramática ‘Bravo’), un tema compuesto a medias (‘Látex’) y la constatación de que el alejamiento provisional de Enrique de los escenarios estaba llegando a su fin. Una gira corta pero exitosa con conciertos únicos en México D.F. y el Liceu de Barcelona, donde se registró el correspondiente DVD, puso fin a este periodo discográfico y dio paso a un nuevo ciclo creativo que nos ha regalado hasta ahora dos magníficos álbumes.

‘HELLVILLE DE LUXE’ (2008)
Las “canciones desde El Puerto”, como él mismo ha dado en llamar a esta etapa, continúan con un disco grabado de nuevo en casa pero esta vez con la producción de Phil Manzanera, que volvió al entorno bunburyano tras casi diez años para dejar su huella en unos temas sólidos, escritos en ámbitos domésticos y compuestos siguiendo el método tradicional. Por eso suena tan ajustado y redondo. Tras resucitar a los Héroes del Silencio para una gira de diez conciertos que cerró las heridas abiertas entre sus miembros durante demasiado tiempo, éste es un disco humilde aunque quizás no tanto como el siguiente. Aquí aún hay grandes momentos eléctricos en ‘El hombre delgado que no flaqueará jamás’, donde se tuvo que defender de graves acusaciones de plagio, ‘Hay muy poca gente’ y ‘Bujías para el dolor’, tres bombas de relojería que estallan en directo en la versión de Los Santos Inocentes, su nueva y remozada banda en la que sólo sobrevive su fiel escudero Ramón Gacías a la batería. Pese a que algunos de sus antiguos seguidores siguen sin entender este disco y no aprecian preciosidades como ‘El porqué de tus silencios’, ‘Porque las cosas cambian’, ‘Si no fuera por ti’ o ‘Irremediablemente cotidiano’, estas nuevas canciones entran por derecho en su repertorio básico, y confesiones como la de ‘Aquí’ hablan de un artista nuevo, o mejor dicho, en constante renovación. Un discazo como la copa de un pino, y unos shows a la altura de los mejores… y si no que se lo pregunten a los 90.000 mexicanos que pudieron asistir al final de gira en el Estadio Azteca. Ojo a los temas extra, sólo editados en vinilo.

‘LAS CONSECUENCIAS’ (2010)
Su colección de canciones más oscura, introspectiva y downtempo. Townes van Zandt, la última etapa de Johnny Cash, Leonard Cohen, los Beatles psicodélicos y Dylan, una constante en su carrera, como referentes y aglutinantes de uno de los mejores discos de aquel año. Todo se resumía en las propias palabras de su responsable al afirmar que “este disco gustará mucho a unos pocos, y muy poco a muchos”. Sin complejos, olvidando prejuicios y desplegando su fascinante y complejo bagaje sonoro, escuchamos ejercicios de autocrítica (‘Ella me dijo que no’), despechados versos de autoafirmación (‘Lo que más te gustó de mí’, el tema más raphaeliano de su carrera), explosiones glam (‘Los habitantes’), y otro tema para la posteridad, si es que no lo son todos, ‘De todo el mundo’, motivo de un vídeo precioso dirigido por el gran Alexis Morante. Hablando de realizadores, Juan Antonio Bayona se encargó del que acompaña al single de presentación, una versión del ‘Frente a frente’ de Jeanette, y además cantando a medias con Miren Iza, de Tulsa. ¿Se podía pedir más? Sólo un consejo para no iniciados: ahórrense este disco si quieren empezar a disfrutar de la música de Bunbury, es ideal para culminar una devoción, no para iniciarla.

GRAN REX’ (2011)
Grabado en el teatro Gran Rex de Buenos Aires los días 3, 4 y 5 de noviembre del año pasado, este recopilatorio en directo es un intento de plasmar la energía de Los Santos Inocentes sobre un escenario. Sin duda, no hace justicia al impresionante espectáculo de Bunbury y los suyos. El grupo repasa los temas más importantes de los últimos discos y revisa clásicos como ‘El Extranjero’, ‘Alicia’ o ‘Sólo si me perdonas’, adaptándolas a la nueva instrumentación unas veces con más acierto que otras.

Texto: J.J. Caballero
Fuente: 
ThrillerWebzine.com

Bunbury: Con la vida a cuestas

bunbury, el músico nómada, echa la vista atrás en un documental sobre su vida, siempre en una maleta. también habla de sus planes, entre ellos dos discos nuevos

Vemos al pequeño Enrique vestido de comunión, conocemos una nueva y sorprendente versión por la que pasó a llamarse Bunbury, seguimos la precoz ambición que le llevó a crear Héroes del Silencio y por qué a Andrés Calamaro le llamaron la atención. Y sólo son las primeras etapas de Porque las cosas cambian, el documental en el que Enrique Bunbury (Zaragoza, 1967) repasa toda su carrera y que puedes conseguir con este número de Rolling Stone. Ha contado con la participación de amigos y músicos, conocidos y no, y sirve para poner un punto y aparte en una carrera que, como él reconoce en esta entrevista, entra en una nueva fase de “investigación”. El músico aragonés nos atiende cuando está a punto de meterse en la grabación de su siguiente disco en Los Ángeles, aunque ya esté pensando también en el que le sucederá. Algunas cosas no cambian.

Todavía está reciente el lanzamiento de Gran Rex, el disco en directo grabado en Buenos Aires durante la última gira con el que Bunbury ha conseguido ser número 1 de ventas en España. Pero el tiempo pasa deprisa y su autor ya está embarcado en proyectos muy a futuro. Paradójicamente, el músico ha elegido este momento para revisar su carrera de atrás hacia delante, y el resultado es el documental Porque las cosas cambian.

¿Qué motivo te ha empujado a poner en marcha este documental?
Con Las consecuencias y Gran Rex, cerrado el ciclo que llamamos ‘Canciones desde el Puerto’, era lógico hacer un poco de reflexión. Pensamos que veinticinco años desde que estampé, por primera vez, mi firma en un contrato con la discográfica EMI, era un buen motivo también para echar, por un momento, la vista atrás, coger aliento y volver al trabajo.

¿Cuál es el objetivo? ¿Qué quieres contar?
Bueno, aclaremos que el documental biográfico Porque las cosas cambian tiene un autor, que es Javier Alvero, que se tomó el tiempo y la molestia de entrevistarnos a todos y montar la historia de forma comprensible para todos los públicos. Una vez aclarado, pienso que también está bien dejar por escrito que el documental pretende mostrar, juzgar poco o nada, y dejar que sean los involucrados los que hablen, y que la visión del autor, Javier, aparezca neutra, sin robar protagonismo a los hechos. Quiero decir que quien conozca al dedillo los hechos y dichos, poco descubrirá, y el consumidor normal de música que pueda tener uno o ninguno de mis discos, podrá hacerse una idea de a qué me he dedicado durante todo este tiempo. En ningún momento se pretende ni exagerar mi valía como músico ni actuar con falsa modestia. Es, simplemente, una narración de los pasos dados.

¿Quién eligió a las personas que participan en el documental? ¿Con qué criterio se hizo?
Javier Alvero me mandó un e-mail con los personajes que pretendía entrevistar. Como es normal, en principio, se fijó en la lista de colaboradores o músicos más conocidos que podían contar, por cercanía, cómo fue determinada época. En mi opinión, la mayor parte de las veces, en este tipo de documental, las caras famosas se llevan el metraje y dejan a verdaderos protagonistas sin decir esta boca es mía. Por eso, añadí a su lista personas que para mí han sido clave, como Miguel Ángel Gómez, que fue presidente de EMI durante un largo período; Jordi Puig y Juan Pablo Ohanian, que han sido promotores de mis conciertos en América durante años; Pito y Nacho Royo, mánager de Héroes y de mi carrera en solitario, respectivamente… y otros tantos. Algunos de los que añadí aparecen en el documental, y a otros, o no se les localizó, o no quisieron aparecer.

Se echa en falta a Juan Valdivia, tu compañero en Héroes. ¿Por qué no aparece?
Sí, claro. Hay quienes, por distintas razones, no pudieron o no quisieron aparecer. Las razones de cada uno se las deberías preguntar a ellos; pero, sean cuales sean, las respeto. Y, ya te digo, que yo también echo en falta a algunas personas de mi entorno más conocido por el público y algunas de las que no son conocidos. Ni sus nombres, ni sus caras, ni su labor.

Una vez has visto el documental, ¿qué cosas te han sorprendido para bien? ¿Y para mal?
En algún momento, me parece que en el documental hay demasiados datos y, sin embargo, están saltándose muchas cosas para no hacerlo excesivo. Hemos grabado muchos discos y realizado muchas giras. Algunos discos son más flojos que otros, y algunas giras no estuvieron a la altura. Es difícil mirar atrás y no sentir algo de frustración y vértigo.

¿Qué crees que aporta al público sobre ti?
Creo que, sobre todo, ayuda a quien no conoce demasiado mi carrera a poner orden en el caos y a deshacer algunos tópicos.

Mucha gente habla sobre ti en el documental. ¿Te sientes reflejado en lo que ellos dicen de ti? ¿En qué caso te ves mejor? ¿Y en cuál peor?
Bueno, dicen lo que quieren decir. No soy quién, o más bien no es mi estilo corregir ni opinar ni juzgar. Aunque claro, pienso que Phil Manzanera, que me conoce muy bien después de haber trabajado en cuatro discos en los últimos veinte años y con una profunda relación personal, habla con mucha sabiduría y caballerosidad. También me alegró ver que Pito, mánager de Héroes del Silencio desde el 87 al 95, me guarda cariño y respeto. Tal y cómo fue el final de toda esa etapa para él y para nosotros, es bonito ver que supo separar el grano de la paja. Y mis compañeros me hacen sentirme querido. Loquillo explica muy bien algunos de mis momentos de confusión; Ariel [Rot] comprendió lo que parecía difícil de comprender; Andrés [Calamaro] habló de un forma… ¡tan cariñosa! Me alegra también que sea Jaime [Urrutia] quien pone una nota de humor. ¡La gente tiene un concepto tan equivocado de él! Y Julio de la Rosa, al que respeto, admiro y quiero, apunta alguna certeza sobre el difícil mundo de la poesía.

¿Has censurado algo?
Claro. Sobre todo de mi entrevista. Aquella mañana no estaba para muchos primeros planos. Me hubiera gustado repetirla, porque no me funcionaron las dos neuronas de guardia como debían. Por otro lado, tengo que empezar a aceptarme con mis limitaciones. A lo mejor, mi cerebro no da para mucho más.

¿Qué cosas has descubierto de ti mismo gracias al documental?
Me he descubierto más querido de lo que creía. La verdad es que, con el paso de los años, he ido descubriendo cómo la gente de la industria musical de aquí y de allí ha ido, poco a poco, cogiéndome cariño. Supongo que debido al roce, como se suele decir. Y yo, sólo puedo sentirme agradecido.

¿Está detrás del documental la intención de corregir alguna idea que se pueda tener sobre ti? Si es así, ¿cuál?
Todos nos dejamos llevar por los tópicos a la hora de hablar, pensar y juzgar a los músicos, cineastas, políticos o futbolistas que aparecen en la prensa. Y a todos nosotros nos suelen definir de un plumazo de trazo grueso. Te voy a contar un ejemplo de imagen tópica que, al menos a mí, me hace gracia. Estando en una terraza de Cádiz con unos amigos, hace un par de años, o quizás menos, se me acercó un tipo y me soltó así, a bocajarro: “¡Joder, Bunbury, sin la cinta en la frente no te había reconocido!”. A lo que sólo pude responder: “Es que voy de incógnito”. Bueno, la cosa es que, en general, la gente que no sigue tu carrera se queda con una imagen muy concreta, estereotipada, que no tiene por qué ser ni la que mejor refleje tus inquietudes musicales ni tu aportación real. En mi caso concreto, además, he pasado por etapas muy diferentes. Hay gente que tiene la extraña idea de que en solitario hago cabaret y con Héroes… ¡¡¡hice heavy!!!

En el documental aparece mucha gente importante en tu carrera. Si tuvieras que elegir una persona sin cuyo concurso (personal o profesional) tu carrera no hubiera sido la que es, ¿quién sería y por qué?
Creo que debería destacar a más de una persona. Si me lo permites, al menos, a tres. Para empezar, mi mujer: Josegirl. Y los motivos serían tanto vitales como profesionales. Quizá, si no la hubiera conocido, no estaríamos hablando hoy aquí. Puede sonar exagerado, pero es probable que no estuviera ni física ni mentalmente capacitado para continuar en la profesión. Nacho Royo, mi mánager, que también me ha aportado mucho a nivel personal; creo que si en 1999 no llega a cruzarse en mi camino no habría tenido una carrera en solitario. Y Ramón Gacías (batería desde 1997 hasta hoy), que ha sido mi compinche musical, que me ha seguido y comprendido por los recovecos más complejos de mis últimos quince años.

Visto el documental, parece que los dos momentos que han “salvado” tu carrera han sido las rupturas de Héroes del Silencio y del Huracán Ambulante. ¿Te has arrepentido de alguna de las dos?
En aquél momento, en el 95-96, sinceramente, hubiera preferido que no se disolvieran Héroes del Silencio. Igual que en 2005 hubiera preferido que todos los datos no llevaran a El Huracán Ambulante a la separación. Yo creo en las ‘casualidades’. Creo que las cosas no ocurren porque sí, y que si no hubieran sucedido determinados hechos en nuestras vidas no podríamos haber llegado a conocer a determinada persona, imprescindible para tu futuro, o no habrías llegado a limpiar tu cabeza y tu alma de energía negativa y malas vibraciones. Creo que todo forma parte de un aprendizaje que ni siquiera es profesional. Es parte de un crecimiento personal que no es necesario entender del todo. Como dice Diego Vasallo en una canción: “La vida te lleva por caminos raros”.

La visión que se da de Radical sonora es la de un disco que necesitaba ser así para poder empezar de cero. ¿Volverías a hacerlo igual o ahora te suena forzado? Porque es el que menos encaja, musical y estéticamente, en tu discografía.
Creo que es un disco que tiene un gran trabajo de producción por parte de Phil Manzanera, que suena espectacularmente bien y que, ahí, sigue habiendo una camino muy interesante por desarrollar. Mi problema personal con el disco es que sólo tiene tres o cuatro canciones que merecen la pena y, el resto, flojea. El tópico al hablar de ese álbum es que se le conoce como mi disco dance. Siendo que es, obviamente, un disco de rock, con instrumentación electrónica y alguna pincelada de música del Magreb.

En el documental dices: “Cada vez que te digan ‘éste es tu sitio’, bate de béisbol y a joder el sitio”. ¿Ha terminado así tu etapa en El Puerto de Santa María, donde has vivido los últimos años?
Bueno, esa frase, sacada de contexto, es muy poco afortunada. Y más, relacionarla en este caso con El Puerto de Santa María como ciudad. Pero entiendo que la destaques y a lo que te refieres y, creo que sí, que ha terminado un ciclo y que lo que viene es un periodo de investigación. Eso quiere decir que mis próximos pasos serán más experimentales y estarán más centrados en el estudio de grabación y la producción que en la captación fiel del sonido de una banda tocando juntos en una buena sala.

Siguiendo con la cuestión: ¿cuánto tiempo de vida le queda a tu etapa en Los Ángeles?
Desde el punto de vista de grabaciones, todavía es muy pronto para hablar. El primero de los trabajos en los que estoy ahora enfrascado lo empezamos a grabar a mediados de mayo. Me gustaría hacer lo mismo, por lo menos, con otro disco más que ya empecé a escribir y que espero tener terminado para finales de 2012. Estoy aventurándome mucho contándote todo esto porque, aparte de mis inquietudes y tiempos creativos, paralelamente hay una industria cultural y un sistema económico mundial que parece desmoronarse.

Según nos dijiste una vez, en El Puerto tenías tu huerto y además pescabas. ¿Haces algo parecido en Los Ángeles?
Conservo el hobby de la cocina. Es algo que empecé a practicar en serio en El Puerto y continúo haciéndolo diariamente, cuando no estoy girando ni grabando. También nos hemos aficionado a la medicina natural y practicamos con los amigos que se dejan.

Haber sido padre, ¿te ha hecho ver de otra manera este aspecto nómada de tu vida?
Para mí, una imagen icónica de rock & roll siempre fue la foto interior del disco Brothers & Sisters de los Allman Brothers. ¿La conoces? Bueno, sale toda la banda con mujeres, hijos, perros y demás, en una casa de campo donde se supone instalaron el estudio de grabación, entre gira y gira, para grabar el disco. También dicen que los gatos son territoriales y no les gusta mucho salir de casa. Mi gato Bowie se recorrió con nosotros los EE UU de costa a costa, en un autobús. Y estuvo en algunas de mis últimas grabaciones. No hagamos mucho caso de los tópicos porque, en toda regla, siempre hay unas cuantas excepciones.

¿En qué cosas eres consciente de que la paternidad te ha cambiado?
Las prioridades cambian. Dejas de planificar tu vida pensando solo en tus inquietudes y necesidades. Pero es muy pronto y yo muy inexperto como para hablarte con verdadero conocimiento de causa.

¿Cómo influye en el disco que vas a grabar?
El disco que voy a grabar lleva cuatro o cinco años en mi cabeza. Tarde o temprano, tenía que enfrentarme a él y llega, creo, en el mejor momento. En el otro, el que estoy escribiendo ahora, no sé si se está reflejando, ya veremos.

¿Qué relación guarda este nuevo disco con Las consecuencias? ¿Rompe con él?
Me alegra mucho haber cerrado la etapa anterior con un disco que ha sido tan bien recibido por la crítica y el público como fue Las consecuencias. Es pronto para hablar de un disco que todavía no he entrado a grabar y del que no se sabe ni siquiera qué compañía discográfica lo va a editar. Cada cosa a su tiempo. Puedo adelantarte que el disco se llama Licenciado Cantinas y que es un disco conceptual.

¿Qué fechas tienes previstas de lanzamiento, gira, etc.?
Estamos barajando Navidad de 2011 para publicarlo. Ojalá se cumplan los plazos y así podremos volver a la carretera el año que viene. Tengo muchísimas ganas de tocar más en España, en más ciudades. La gira de Las consecuencias, por la ‘baja por paternidad’, se quedó corta y sólo pudimos realizar la primera parte de lo que en principio teníamos en mente.

Cuando sacaste Las consecuencias, parecía tu disco más intimista e importante. ¿El tiempo que ha pasado te ha hecho confirmar o cambiar la opinión?
Creo que es uno de los mejores discos que he sacado y, lo bueno es que, esta vez, coincido con la mayoría. Sé que mucha gente que normalmente no se acercaba a mis álbumes, en este caso hizo una excepción y se encontró con un cancionero que no esperaba. Yo lo situaría, junto a El viaje a ninguna parte y Pequeño, entre lo que rescataría si me tuviera que desprender de todo lo grabado hasta ahora y sólo pudiera quedarme con tres de mis grabaciones.

PORQUE LAS COSAS CAMBIAN. El documental en DVD que te regala ‘Rolling Stone’ está dirigido por el realizador Javier Alvero. Cuenta con la participación del propio Enrique Bunbury y músicos y amigos que le han acompañado a lo largo de 25 años de carrera. Entre ellos, Joaquín Cardiel y Pedro Andreu de Héroes del Silencio, miembros del Huracán Ambulante, Loquillo, Jaime Urrutia, Andrés Calamaro, Pereza, Iván Ferreiro, Carlos Ann, Ariel Rot, Phil Manzanera y un largo etcétera.

Texto y entrevista: Josu Lapresa
Fuente: RollingStone

jueves, 2 de junio de 2011

Exclusiva ‘RS’: Documental de Bunbury

 
25.05.11
 
 
“Estoy totalmente reconciliado con mi pasado”, afirma Enrique Bunbury (44 años). Y precisamente alrededor de esta frase, y todo lo que conlleva, gira Porque las cosas cambian, el dvd documental que
repasa los 25 años que lleva en activo el músico aragonés. Su director, Javier Alvero, retrata, a lo largo de 1 hora y 40 minutos, todo el proceso artístico de Bunbury: desde su primera etapa en Héroes del Silencio hasta sus últimos y recientes días (su nueva vida en Los Ángeles y su experiencia como padre). El dvd cuenta con la participación del propio Enrique y los músicos y amigos que le han acompañado en todos estos años. “Enrique, baja. Llevas siete años girando por todo el mundo. Vive, échate una novia”, recuerda Loquillo que le dijo una vez al músico. También aparecen Ariel Rot, Pito [mánager de Héroes del Silencio de 1987 a 1995], Jaime Urrutia, Andrés Calamaro o Julio de la Rosa, entre muchos otros.



Porque las cosas cambian, el dvd documental sobre Enrique Bunbury, lo puedes conseguir gratis y exclusivamente junto al número de junio de ROLLING STONE (mañana, día 26 de mayo, estará disponible en los quioscos).

Fuente: RollingStone.es

viernes, 27 de mayo de 2011

Una de las cosas ke menos me gustan de Internet es ke cualkiera se considera apto para hacer criticas!!
Y en los foros y los blogs pues van saliendo pekeños críticos frustrados, ke van soltado cualkier chorrada sin ningún tipo de conocimiento de causa de porque se hacen ciertas cosas!

E.Bunbury

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